Takamine

Acompañando a Garth Brooks en su viaje de cantautor advenedizo a solista más vendido de la historia de Estados Unidos, le hemos visto ganar montones de premios. Entre ellos, 45 ACM, 21 AMA, 23 Billboard Music Awards, 17 CMA y 13 Grammy. Pero hubo algo muy especial en el Kennedy Center Honors de Washington, D.C., en el que se reconoció a Garth Brooks su contribución a la cultura estadounidense.

Puede que fuera James Taylor cantando "The River", Kelly Clarkson con "The Dance" o Gladys Knight haciendo suya "We Shall Be Free", o puede que fuera ver a nuestro viejo amigo en la honorable compañía de Dick Van Dyke, Joan Baez, Midori Goto y Debbie Allen, pero el hecho de que Garth recibiera el emblemático medallón del Kennedy Center pareció tener un gran impacto. El grandullón parecía sentir lo mismo. La mayoría de las veces, este tipo de honores celebran la totalidad de los logros de un artista durante el otoño reflexivo de su carrera. Obviamente, la buena gente del Kennedy Center sabía que esperar a la era de la mecedora de Garth podría llevar una o dos décadas, y que era mejor hacerlo ahora, mientras él sigue en pie.

Entre los galardonados de la 43 edición del Kennedy Center figuran la leyenda del folk Joan Baez, el artista country superventas e intérprete de Takamine Garth Brooks, la famosa bailarina y coreógrafa Debbie Allen, el emblemático artista Dick Van Dyke y la respetada violinista Midori Goto.

Mientras tanto, la gira norteamericana de estadios de Garth, que dura ya tres años, sale de su hibernación con una lista cada vez mayor de conciertos que baten récords y agotan todas las entradas, al tiempo que una banda y un equipo extremadamente felices se preparan para todo lo que sea más grande y mejor. Y por supuesto, en casi todos los conciertos, en todas las canciones, en las manos de uno u otro miembro de la banda, una guitarra Takamine estará haciendo precisamente aquello para lo que fue hecha a mano. La GB7C de Garth sigue siendo uno de los modelos más icónicos y más vendidos de la serie Signature de Takamine, por una buena razón. Combina una tapa de cedro macizo con acabado satinado con un fondo de palisandro macizo, y cuenta con una boca de resonancia única que refleja la forma dreadnought cutaway de la guitarra. También incluye el aclamado sistema de preamplificación CT4B II con ecualizador de tres bandas, control de volumen y afinador integrado, por lo que está tan lista para pisar el escenario como su diseñador.

Enhorabuena a Garth por el homenaje del Kennedy Center a sus 30 años de contribuciones estelares.